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Criptococosis

 

 
Criptococosis
Es una micosis sistémica causada por la infección por Cryptococcus neoformans, levadura saprófita de distribución mundial. El agente etiológico más frecuentemente aislado es C. neoformans, aunque también C. gattii ha sido aislado de distintas especies animales. Estas dos especies tienen nichos ecológicos diferentes. Cryptococcus neoformans presenta una distribución mundial, aislándose habitualmente de las excreciones de palomas y otras aves, mientras que C. gattii se localiza en zonas con clima tropical/subtropical, aislándose principalmente de materia vegetal de algunas especies de árboles
 
La infección se origina en la cavidad nasal, tras la inhalación de la levadura. En el gato y en el perro, suele diseminarse al sistema respiratorio y al sistema nervioso central.
Normalmente provoca una infección de la cavidad nasal y senos nasales, lesiones cutáneas granulomatosas y menos frecuentemente diseminación al SNC provocando una meningoencefalitis y lesiones oculares (corioretinitis, desprendimiento de retina, neuritis óptica y uveitis anterior). En los perros se presenta principalmente en perros de razas grandes, aunque hay especial predisposición en el Cocker americano. La afectación más frecuente es a nivel del SNC, ocular y en menor medida hay afectación cutánea.
 
🟢CRIPTOCOCOSIS FELINA
 
Esta es la micosis sistémica que se presenta con más frecuencia en los felinos.
Los gatos son especialmente susceptibles a la infección por C. neoformans y en menor proporción por C. gattii. La vía de infección más frecuente es la inhalatoria, afectando inicialmente las vías respiratorias altas, principalmente la cavidad nasal. En la mayoría de gatos la signología que se observa con más frecuencia es la rinitis, con descarga nasal abundante unilateral o bilateral, puede verse afectada la nasofaringe, produciendo estertores, disnea inspiratoria y tendencia a respirar con la boca abierta. También pueden observarse estornudos, estertores, descarga nasal crónica serosa, seropurulenta y hemorrágica. En la enfermedad crónica la cavidad nasal puede deformarse por la presencia de granulomas o por deformidad de los huesos del tabique nasal. 
 
La infección puede diseminarse al tejido subcutáneo paranasal, donde, la infección se disemina a través del plato cribriforme desde el tracto respiratorio al sistema nervioso central. En estos casos aparecen signos neurológicos tales como depresión, ataxia e incoordinación. Incluso se pueden producir alteraciones oculares, siendo los signos más comunes la ceguera periférica y la retinitis.
En casos más avanzados pueden aparecer lesiones cutáneas, que suelen afectar a la cara, cabeza y cuello, siendo estas lesiones secundarias a una infección del plano nasal. Si se produce una diseminación vía hematógena, es frecuente la aparición de lesiones cutáneas multifocales y el aumento de uno o varios ganglios linfáticos periféricos. Es posible que haya signos sistémicos como fiebre, adelgazamiento y anorexia. En los pocos casos de diseminación sistémica puede afectar a diversos órganos y provocar osteomielitis, IR y neumonía con signos clínicos asociados. 
 
🟢CRIPTOCOCOSIS CANINA
 
 La criptococosis canina suele afectar a perros de menos de cuatro años. En los perros, la vía de infección también es la inhalatoria. Suele haber una afectación de las vías respiratorias altas, aunque la rinosinusitis suele ser subclínica y, por lo tanto, la sintomatología respiratoria en los perros puede pasar desapercibida. La diseminación multiorgánica es más frecuente en perros que en gatos. Se produce una rápida diseminación al sistema nervioso central, por lo que la sintomatología nerviosa es muy frecuente. Los signos neurológicos son multifocales, causados por una meningitis y una progresiva meningoencefalomielitis, e incluyen inclinación de la cabeza, nistagmus, parálisis facial, paresia, paraplejia o tetraplejia y ataxia entre otros. También puede haber alteraciones oculares como corioretinitis exudativa granulomatosa y hemorragia de retina asociada a pupilas dilatadas y ceguera. Las lesiones cutáneas pueden aparecer y al igual que en gatos, es un marcador de diseminación hematógena. 
 
Para realizar el diagnóstico, además de la sintomatología y los hallazgos en la exploración, es necesario realizar una serie de pruebas complementarias, tales como el examen citológico de aspirados, la determinación del antígeno capsular y el aislamiento e identificación de la levadura.
El tratamiento de la criptococosis en pequeños animales suele combinar la resección quirúrgica de los granulomas y el tratamiento con antifúngicos. Siempre que sea posible, se recomienda la resección quirúrgica de los granulomas criptococócicos antes de empezar el tratamiento con antifúngicos. De este modo se evitan problemas de perfusión del antifúngico a los tejidos infectados. Este tipo de intervención quirúrgica suele realizarse en gatos con granulomas en la cavidad nasal o con ganglios linfáticos muy aumentados de tamaño.
 
 

 
 
 
 
📚 Información vía:
Gemma Castellá, M. Lourdes Abarca y F. Javier Cabañes y Vets & Clinics by advance.
🎥 Vídeo: You Tu Be Carlos Morales Mendoza.

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