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El Bandog

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El título que sirve de presentación a este artículo, bien podría aparecer en plural, ya que son muchos los significados que se esconden tras el término bandog; a continuación trataremos de definir y situar en el contexto adecuado cada uno de ellos:

El “bandogge” histórico:

En el artículo dedicado a los terrier de tipo bull ya hablamos del mítico “bandogge” (la grafía original y más adecuada cuando nos referimos a ese periodo), un perro descendiente de los primeros molosos británicos que ya en la Baja Edad Media ( siglos XI-XIV) se había comenzado a distanciar del moloso tipo mastiff, dando lugar a un can de presa, de menor tamaño y con una movilidad mucho mayor. Sin lugar a dudas fueron estas castas las que ya en el siglo XVII pasaron a ser clasificadas bajo el término bulldog.

Sobre estas líneas dos representaciones pictóricas que nos dan una idea del posible aspecto que pudieron tener los bandogge históricos

El origen del vocablo hay que buscarlo en la lengua sajona original, donde “banda” significaba cadena – tiene el mismo origen etimológico que “ban” (prohibición) en el inglés actual- , lo cual nos remite a canes de presa que solían estar fuertemente sujetos por el collar dada su ferocidad. Las tareas que desempeñaban habitualmente estos animales eran la de agarre de reses, como perro de ataque, tanto en las guerras medievales como en la persecución de fugitivos, y la caza mayor.


                                                    Bandogs contemporáneos

En su obra “Descripción de Inglaterra” , de 1586, el clérigo William Harrison menciona al “bandogge” y lo describe textualmente como : “Bandogge which is a huge dog, stubborn, uglier, eager, burthenouse of bodie, terrible and fearful to behold and often more fierce and fell than any Archadian or Corsican cur” ( El bandogge , que es un perro enorme, testarudo, más feo, más ansioso, pesado, terrible y temible para la vista y a menudo más fiero y brutal que cualquier otro perro arcadio o corso - se refiere por extensión a cualquier otro moloso tipo dogo o de gran tamaño.)

En el texto original, también se nos habla de su papel como perro auxiliar de los guardabosques en las propiedades reales, y se describe la extrema ferocidad con la que acometía cuando era azuzado para perseguir a los cazadores furtivos, empeño en el que parecían ser muy diestros, dada su característica de no ladrar y actuar en sigilo, emitiendo apenas leves gruñidos antes del ataque.

Pero resulta todavía más interesante una cita anterior, escrita en latín en 1570 por el médico de Cambridge Johanes Caius, y traducida al inglés por Abraham Fleming en 1576 - en su obra “Of english dogges”- donde se habla de: “Mastiff or Bandogge is serviceable against the fox and the badger, to drive wild and tame swine out of meadows, pastures, glebendales and places planted with fruit, to bite and take the bull by the ears, when occasion so required” ( El Mastiff o Bandogge es útil contra el zorro y el tejón, para conducir cerdos salvajes y domésticos fuera de prados, pastos, tierras de la Iglesia y lugares sembrados con frutos, para morder y agarrar toros por las orejas, cuando la ocasión así lo requiera.”

Esta última referencia nos pone sobre la pista, una vez más, de toda esa mezcla abigarrada de tipos raciales mestizos que eran las castas caninas antes de iniciarse el proceso de estandarización a finales del XIX. La descripción que da del bandogge bien podría encajar con la de un terrier tipo bull ("útil contra el zorro y el tejón...") o un antiguo bulldog ("para morder y agarrar toros por las orejas...") y parece manifiestamente opuesta a la de William Harrison que lo definía como: "un perro enorme, testarudo, más feo, más ansioso, pesado, terrible y temible para la vista...". Con lo cual, conviene ser cautos a la hora de afirmar con rotundidad qué era y qué no era determinado perro en tiempos tan pretéritos, y considerar en su contexto histórico todas esas narraciones más o menos exageradas.

De cualquier forma, la evolución posterior, morfológica y funcional, desemboca, al menos en algunas líneas de sangre, en los “old bulldogge” hacia el siglo XVII, momento en el cual ya no hay posible confusión con tipos intermedios entre el mastiff y este perro de presa más ligero.

Así el bandogge acabó convertido en una especie de entelequia, a la que los criadores de diferentes razas recurren como mito fundacional – se cita en el origen de los bulldog, american bulldog, pit bull, american staffordshire , bullmastiff etc.- lo cual nos lleva al siguiente apartado: el bandog contemporáneo.

El bandog Swinford:


Si este término ha cuajado entre los aficionados a los molosos y perros de presa de todo el mundo, se debe con total seguridad a John Bayard Swinford. Este veterinario de EE.UU. tuvo la idea, a mediados de la década de los 60 del pasado siglo, de recuperar al mítico perro medieval que muchos supuestos expertos, llevados por fantasías de cinólogo de biblioteca, describían como el can de presa perfecto.

Swinford en la portada de la revista "Sporting dog journal" junto a uno de sus bandogs míticos, "Bantú"

No obstante, tampoco conviene olvidar el papel de Martin J. Leiberman, amigo personal y estrecho colaborador en los inicios del proyecto, que sin lugar a dudas fue eclipsado por la extraordinaria fama que Swinford llegó a cosechar, curiosamente una vez fallecido, a raíz de la publicación de su historia en varios medios. El artículo de Jack Kelly en la revista "Sporting Dog Journal", aparecido en 1972, y el libro del siempre excéntrico Carl Semencic, forjaron la leyenda.

Por supuesto, las familias Sottile y Grimm tuvieron también su importancia en toda la historia del bandog contemporáneo- aunque los Grimm con el tiempo se pasaron a la cría del american bulldog, raza que consideran como la verdadera heredera de bandogge histórico.

Volviendo a Swinford y Lieberman, y al programa de cría que plantearon, la idea original pretendía unir las características atléticas, de mordida y tenacidad del perro gladiador por excelencia, el american pit bull terrier, con las de un moloso tipo dogo, con la idea de aportar a la ecuación los rasgos propios del perro de guarda de gran tamaño. Para ello buscaron un macho de apbt , llamado Kelly´s “Bobtail Buddy” (2xw) - el código alfanumérico hace referencia a que este animal había ganado dos peleas profesiones 2 x winner; se trata de la signatura habitual en el mundo de los combates- al que cruzaron con una hembra de mastiff llamada Octavia. Esta hembra sería la madre de la mayor parte de los bandogs Swinford más conocidos por el gran público.

Se decantaron desde el principio por el mastín inglés porque desde un punto de vista histórico tenía más cercanía al bandog original; pero tras obtener las primeras camadas tomaron conciencia de la falta de funcionalidad de esa raza, que tras un siglo de participación en certámenes de belleza había perdido todos sus rasgos y aptitudes en cuanto a carácter. Por esa razón buscaron en Europa otras castas de molosos de gran talla, para decidirse finalmente por el mastín napolitano, que en el tercer cuarto del siglo XX todavía conservaba unas líneas morfológicas y de comportamiento aceptables- hoy en día, desgraciadamente, el panorama es bien distinto.

                                           Swinford de nuevo acompañado por Bantú, un bandog de 55 kilos

No obstante, algunas características como el alto grado de diformismo sexual en el tamaño del cráneo, la dentición algo pequeña y la falta de longitud en el hocico, tampoco les agradaron demasiado, pero en aquella época ni siquiera en EEUU era fácil acceder a todo el amplio catálogo de razas actual, con lo que hubieron de conformarse con aquellos ”italian bull dog” – el nombre con el cual era conocido el mastín napolitano en el mundo anglosajón.
Mastín napolitano de 1960, en aquella época la razatodavía conservaba toda su funcionalidad


Los primeros años fueron de experimentación, buscando siempre hembras libres de displasia de cadera- tan común en estas razas de molosos- para cruzarlas con machos de american pit bull terrier de carácter contrastado y mordedura tenaz. Y los resultados en los cruces de primera generación (B1) fueron excepcionales, se obtenía un moloso de guarda muy muscular, atlético, con gran instinto de presa y desconfiado; eran animales de entre 45 y 60 kilos, con una altura en la cruz de hasta 65 cm. En apariencia, se había logrado el objetivo marcado, pero el problema llegó cuando se hicieron nuevos cruces entre estos ejemplares B1 para obtener la segunda generación (los B2) , con la idea de conseguir una nueva raza estandarizada. En ese momento, se dieron cuenta de que toda la uniformidad obtenida en los ejemplares B1 se iba al traste, algunos de los cachorros de las nuevas camadas tenían más aspecto de napolitano, otros de pit bull, unos eran de mayor alzada, los otros de reducido tamaño, etc.

A partir de ahí, el intento por fijar unos caracteres raciales resultó muy difícil, hasta que el proyecto quedó definitivamente truncado con la prematura muerte de John B. Swinford en 1971. Martin J. Leiberman intentó proseguir por algunos años con el programa de cría hasta que finalmente, hastiado por las dificultades, lo abandonó sin llegar a establecer una raza conocida como bandog.

Sin embargo, hoy en día se cierne cierta sombra de sospecha sobre la labor de Swinford y su legado, ya que algunos otros allegados- desde luego no Lieberman- sostienen que el famoso veterinario jamás llegó a criar con napolitanos como parte habitual de su programa. Apuntan como prueba el hecho de que sus perros más famosos, los que aparecen en todos los reportajes y en el libro de Semencic, entre ellos el mítico "Bantu", procedían de cruces con mastiffs. Explican la confusión por un perro llamado "Thor", que sí que era un apbt x mastín napolitano, propiedad de Kevin Covas, y que al parecer en el libro de Semencic relacionan por error con el proyecto de Swinford.

En cualquier caso, sea como fuere, el bandog contemporáneo estará para siempre ligado al nombre de John Bayard Swinford.



¿ Existe  la dominancia genética del apbt en los cruces tipo bandog?:

Merece la pena que empleemos los párrafos finales de este apartado en analizar el principal problema al que se enfrentaron Swinford y Lieberman : la fijación genética de las características deseadas en la nueva estirpe canina que pretendían crear.

Ya que aquí, precisamente, es donde surge una de esas mixtificaciones tan extendidas entre los aficionados a las razas de presa : la de atribuir al american pit bull terrier una supuesta “dominancia genética” que provoca una progresiva reducción de tamaño en las sucesivas cruzas, es decir, que a medida que se avanza en las generaciones de mestizos estos se parecen cada vez más a un pitbull- eliminando también cualquier otro rasgo de moloso. Según el mito - ya casi leyenda urbana propia de “perreros”- en tan sólo cuatro generaciones de bandogs cruzados entre sí, se acaba obteniendo un pitbull “cur” , un ejemplar de baja calidad, que pese a su aspecto no es un perro “game”, porque no tiene las características de combatividad propias de la raza. Y esto es lo que, según ciertos “entendidos”, provoca la imposibilidad total de crear una raza de perros con sangre 50% apbt y 50% mastín napolitano o cualquier otra estirpe de molosos de gran talla.

La explicación científica a este hecho, naturalmente, no tiene nada que ver con ningún tipo de dominancia genética o cualquier otro tipo de falacia similar, es algo que guarda relación con la biología más elemental. En este mismo blog, en dos artículos anteriores ( "Genética; el doctor Cattanach" y "El Dr. Zimen y los PUWOS" ) ya analizamos el fenómeno de uniformidad que se da en las primeras generaciones de híbridos y también en las de mestizos, es decir, animales producto del cruce entre individuos de la misma especie, pero de diferente raza- aquí me refiero exclusivamente a la zootecnia y a la cría selectiva de animales domésticos, ya que el término “raza” aplicado a los humanos es muchísimo más complejo, mezclando infinidad de aspectos culturales con unos pocos rasgos genéticos.

Esta clase de combinación de caracteres que se da entre individuos de especies distintas o de grupos muy alejados dentro de la misma, produce siempre una sensación de raza definida en lo que tan sólo son híbridos o mestizos de primera generación, así sucede en las mulas, en los puwos, en los ligres etc. El fenómeno viene motivado por la interacción entre genes dominantes y recesivos, en la reproducción sexual de tipos muy definidos y distintos entre sí, que sin embargo, en la segunda generación, al haberse producido una mezcla desordenada entre dos cargas genéticas en principio muy alejadas, provoca una auténtica lotería de genes. Y es esto último lo que acaba dificultando la selección del fenotipo deseado, a menos que se tengan grandes conocimientos de genética como en el caso del doctor Cattanach.

En el caso del bandog es evidente que muchas de las personas implicadas en su selección no tienen la formación necesaria como para hacer un trabajo muy por encima de sus conocimientos. A esto se le une el factor del vigor híbrido , que contribuye a provocar aún más confusión en todo el asunto. Parece ser que en los mestizos con el suficiente grado de separación entre sus progenitores se da también este fenómeno, y de hecho en la cría de cerdos y de ganado vacuno de carne se practican este tipo de cruzas entre diferentes razas con buenos resultados. El problema radica en que por mucho que se estabilice mediante selección en la cría un fenotipo similar al de la primera generación, jamás tendremos el “plus” que aporta el aspecto de la heterosis híbrida en una estirpe ya definida como raza.

El bandog en la actualidad:

La situación actual es harto complicada, porque existen multitud de posiciones, muchas de ellas enfrentadas:
A) - Una gran mayoría no cree en la posibilidad del bandog como raza por los problemas en la selección descritos más arriba. De modo que se limitan a realizar este tipo de cruces entre apbt y cualquier moloso tipo dogo o similar – se emplean mastiff, bullmastiff, napolitano, dogo de Burdeos, fila brasileño, tosa, boerboel, rottweiller etc- para obtener B1 con los que luego crían durante dos generaciones, para luego volver a introducir sangres de refresco de apbt, moloso o B1. Al final acaban teniendo una especie de apbt de gran tamaño, pero con bastante menos fondo físico y sin el llamado game.

Las opiniones con respecto a lo que es un bandog tampoco son unánimes en este apartado, ya que algunos siguen pensando en la combinación 50% apbt / 50% moloso tipo dogo, mientras que otros, que últimamente parece ser la postura dominante, prefieren la fórmula 25% apbt / 75 % moloso. Estos últimos, además, introducen razas variadas de molosos en cada nueva cruza, por lo que no es raro encontrar animales con carga genética cuatro o cinco estirpes canias diferentes.

Para complicar aún más el asunto, muchos simplifican el esquema limitándose a combinar perro de presa y moloso. Con lo cual consideran que se pueden cruzar razas como el amst, bull terrier, dogo argentino, staffordshire bull terrier, pit bull, alano, presa canario etc , que representarían al primer grupo; con mastiff, napolitano, dogo de Burdeos , boerboel, etc. , como segunda parte de la fórmula.

Los más mínimos matices de diferencia entre unas opiniones y otras son extraordinariamente importantes, ya que, por ejemplo, algunos consideran al presa canario y/o al american bulldog como perros de presa puros, y otros en cambio los sitúan en la órbita de los molosos, con lo cual dependiendo de quién lo juzgue un cruce “apbt x presa” es un bandog o un simple mestizo.

B) - Algunos otros, casi todos ellos en EE.UU. , han continuado con el sueño de Swinford y Leiberman en todas las formas imaginables, aspirando a hacer del bandog una raza consolidada. Sería casi imposible hablar de todas las combinaciones que se han probado y que se crían en la actualidad, así que tan solo haré un repaso de las más conocidas:

1- American bandog mastiff (con aporte de napolitano): tiene las características ya descritas en el caso del bandog Swinford. El criador más conocido es el californiano Joseph Lucero, que ha logrado buenos resultados más allá de la quinta generación de mestizos. Son considerados los bandogs ideales para guarda y defensa, y por ese motivo son importados con relativa frecuencia desde Australia, Europa y Sudamérica.

                       Fotos de bandogs típicos de Lucero Kennels (apbt x mastín napolitano)

2-
American bandog mastiff ( con aporte de mastiff y/o bullmastiff) : su utilidad como perro funcional está bastante menos contrastada que en el caso anterior, ya que, en principio, la sangre de molosoides británicos no aporta ninguna de las cualidades que se buscan en un bandog. Los criadores que se han decantado por estos cruces lo han hecho pensando en la herencia cultural de EEUU con respecto a Gran Bretaña.

                                                          Bandog ( pit bull x mastiff)

                                                                 Bandog ( pit bull x bullmastiff)

3- American bandogge mastiff (basado en bulldog americano x mastiff o mastín napolitano): Algunos criadores, respaldados parcialmente por asociaciones menores como el American Canine Hybrid Club (ACHC) o el International Designer Canine Registry (IDCR) , aceptan bajo esta denominación a los mestizos producto del cruce entre bulldog americano y mastiff- y en algunos casos también mastín napolitano. Los más puristas, en cambio, no consideran a estos perros bandog bajo ningún concepto, por ser molosos 100% sin atisbo de sangre pit bull o de ninguna otra raza de presa, y los denominan "mastibull".


Sobre estas líneas dos ejemplares de bandog (american bulldog x mastiff) o simplemente mastibulls, para los más puristas


                                                  Bandog ( american bulldog x mastín napolitano)

4- Panja bandog, rock bandog, drug dealer bandog, Detroit rock dog, american mastiff panja, panja, rockweiler, pitweiler : todas estas denominaciones hacen referencia al mismo tipo de bandog, producto del mestizaje entre apbt y rottweiler, que surgió en la ciudad de Detroit hace unos 30 años. Esta variedad siempre ha estado rodeada de polémica, ya que los primeros en criarla fueron personas relacionadas con el tráfico de drogas, que buscaban principalmente un perro con fuerte aspecto intimidatorio y capacidad para disuasión, aunque su funcionalidad e instinto real de guarda quizás fuese menor. En 1996 fue reconocido por el Dog Registry of America (DRA).


El término “panja”, por el cual suele ser conocida esta raza, procede de Panja Kennels, un criadero situado en la ciudad de Flint (Florida) que fue uno de los primeros en iniciar una cría selectiva con el objetivo de convertirlo en raza definida.


En los últimos años también se han hecho cruzas con mastiffs y napolitanos, con lo cual los panja bandogs se han dividido en dos líneas: la tradicional, más pequeña y fibrosa, y la nueva, que pone más énfasis en el aumento de tamaño y peso propio de los molosos puros.

5- Más "experimentos": En este quinto y último apartado tendría que incluir a toda la infinidad de cruces entre molosos y perros de presa, en algunos casos disparatados, que muchos criaderos, principalmente en EEUU y Australia, están luchando por convertir, si no en razas, sí en "fórmulas" estables que les den notoriedad. Casi siempre se trata de la revisitación de lugares comunes hasta la nausea y, precisamente por eso, da para toda una lista extensa de artículos- que meditaré subir a este blog cuando esté muy, muy aburrido...- pero mientras tanto os dejo con la imagen de uno de esos "algoritmos caninos" con pretensiones , que parece que promete, el "american alaunt"...

                                      American alaunt en su máximo esplendor


Otros “bandogs”:


Tomando como referencia la definición más amplia, aquella que define al bandog como el producto del mestizaje de cualquier tipo de perro de presa con un moloso, podríamos hablar de multitud de razas constituidas que no son otra cosa que bandogs, en mayor o menor grado. Hablo de canes como el dogo argentino, que tiene en sus orígenes perros de ambas castas, muchos bully kuttas modernos (con aportes de gull terr) , los tosas japoneses de pesos más bajos (mestizados con pit) , el cane corso, el ca de bou y por supuesto… el perro de presa canario. Este último, a fin de cuentas, no es mucho más que el resultado de multitud de cruces, en ocasiones sin orden ni concierto alguno, entre bull terrier, apbt, amst, bulldog inglés, bullmastiff, dogo alemán, mastín napolitano etc, es decir, perros de presa y molosos tipo dogo.

En el este de Europa, en toda la zona de influencia rusa, y en Turquía, también se han llevado a cabo ciertos experimentos de cría mestizando apbt con molosos primitivos como el pastor del Cáucaso, el pastor de Asia Central y el kangal. El resultado no ha ido más allá de las primeras generaciones, pues se han encontrado con los mismos problemas que en EEUU , al comprobar la ardua tarea que supondría seleccionar conforme a criterios científicos las nuevas cruzas. Digamos que el resultado final no les compensaría el esfuerzo, ya que la características de agilidad y mayor movilidad que la sangre pit bull aporta a un moloso tipo dogo, ya están presentes de forma natural en estas razas procedentes del Cáucaso y Asia Central. Lo único interesante, en este aspecto, sería la tenacidad en la mordida que sí que es única en las castas de presa; pero conseguir fijar esa cualidad sin alterar todas las demás resulta harto complejo.

                                                 bandog ( 50% kangal/ 50% pit bull)


                                   Dos instantáneas de un bandog 25% pit bull y 75 % kangal

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